El psiquiatra suizo, Carl Jung, discípulo de Freud, utilizaba la carta natal para comenzar a conocer a sus pacientes y fue uno de los impulsores del uso terapéutico de la información astral de nacimiento.
La psico-cosmología es a los humanos como la carta náutica al marinero. Es posible reemplazar la brújula de un barco con las indicaciones que da el cielo. Uno es quien lleva el timón, uno es quien marca el rumbo, la carta natal solo nos permite entender mejor el mar en el cual navegamos. El libre albedrío sigue siendo nuestro. Podemos elegir ir en zig-zag o navegar en círculos, ningún elemento astronómico nos lo impedirá. La psicocosmología solo nos dará información de las profundidades, corrientes, oportunidades, desafíos y obstáculos que existen por la zona o área de nuestra vida que deseamos priorizar al navegar.
Los mensajes de la carta natal que interpretamos o traducimos gracias a la Psicocosmología no tienen nada que ver con horóscopos ni con predicciones.
De la misma manera que un artista puede elegir qué cuadro pintar con los colores que le fueron dados, nosotros cuando llegamos a este mundo obtenemos una gama de colores que podemos decidir libremente cómo combinar, sobre qué canvas hacer nuestra obra y en qué momento de nuestra vida explorar cada pincelada. ¡Tu obra es única! No habrá nadie en la historia de la humanidad que cuente con tu misma historia, tus mismos talentos y tu misma experiencia vital, todo a la vez.
UN POCO DE HISTORIA
Desde hace más de 7.000 años, diferentes civilizaciones como los sumerios, los egipcios, los turcos o los mayas se dedicaron a analizar el comportamiento de los diferentes cuerpos celestes observables desde la Tierra y a comprender cómo la vida de nuestro planeta era influenciada y estaba directamente relacionada con lo que sucedía en el resto del universo.
Todos llegaron a conclusiones parecidas. Hoy sabemos que no somos ni el planeta más importante de la galaxia ni estamos aislados de las energías planetarias.
En la Antigua Grecia y en el imperio romano también encontramos el uso de estos saberes ancestrales pero estos quedaron prohibidos al aparecer la Iglesia Católica y se mantuvieron en secreto dentro de una pequeña elite. Durante la Edad Media se persiguió a quienes hubieran accedido al poder de los conocimientos psicocosmológicos y se dejó para la plebe la banal astrología predictiva o determinista. Newton era astrólogo pero no fue hasta la llegada del siglo XX que - de la mano del psiquiatra suizo Carl Jung - la psicología científica comenzó a dar lugar al análisis de cartas natales como parte de la terapia.
La pscicosmología moderna, entre otras cosas, te ayuda a ver tus recursos o talentos más innatos, tus apegos y los aprendizajes o puntos evolutivos que tu alma decidió venir a incorporar. La carta natal no te dice quién eres ni te condiciona en nada. Cada persona puede manifestar de muchas maneras diferentes las variables que se plasman en su carta natal. En una sesión individual con un psicocosmólogo, cada consultante va manifestando cómo se expresa cada mensaje evolutivo en su experiencia vital y, al tomar perspectiva, puede también decidir cómo expresar a futuro las variables o gama de colores que le comunica su carta natal.
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